
-Si.
-No.
-Que si te apetece, Nacho. Cuando las veas, te digo yo que te va a apetecer.
-Y pum, y pum
-Podrían pasar por modelos de lo buenas que están.
-Pero es que, ahora estoy en una etapa que me apetece estar solo...
-Pero cómo solo.
-Pues solo... Pensando en mis cosas, en mi mundo.
-Pero, una cosa es estar solo y otra cosa, es ser gilipollas.
-Te digo dos cosas:
La primera: A todo el mundo lo han dejado alguna vez.
No eres el primero al que le pasa.
La segunda: Las tías de esta noche son muy especiales.
-Sin mariconadas, pero te quiero.
-Me echas un polvo a las nueve y a las diez menos cuarto me dices que quieres dejarme...
-Gilipollas
-Sí, tú insúltame... Estoy hecho una mierda, y tú me insultas...
-Cómo se te ocurra ponerme una mano encima, te la corto.
-¿Qué? ¿Qué? Ya te gustaría... Así que nada bonita, tirando.
-Podría engañarte, pero no sale de mi.
El caso es que no puedo enamorarme de ti.
-Andar por el camino, sin mirar atrás y así te darás cuenta de que no ocupa lugar.
-Eres lo mejor que me ha pasado y te quiero.
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